Rincón de la Familia

¿Cuál es el mínimo que puedo hacer para ser un buen católico?

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En una reciente homilía del padre James Ruggieri, párroco de San Patricio en Providence decía, “no seas mediocre, ni tampoco te dejes llevar por la actitud de hacer lo mínimo necesario, esta es una mentalidad conformista que predomina mucho en nuestra cultura y nos puede alejar del premio mayor la santidad y vivir con el señor gozando de la vida eterna”.

El, estaba compartiendo una idea del escritor Mateo Kelly quien dice: “se y dá lo mejor de ti”.

El Padre nos desafiaba en su homilía, a cambiar de actitud y dejar de tener pensamientos mediocres y conformistas.

“El señor Jesús nos llama, así como llevó a los apóstoles a las alturas, a salir de donde estamos y subir esa montaña de grandeza, grandeza espiritual donde podemos encontrar la gloria de Dios”, el continuó.

La cuaresma, es un tiempo de prepararnos espiritualmente, un tiempo de oración, reconciliación y penitencia. Pero muchas veces ponemos nuestro fuerzo tal vez en no comer carne los viernes o que nos vean rezando con mucha devoción pero nos olvidamos de las obras de misericordia, de tratar al hermano en necesidad con amor y compasión.

La cuaresma, es el tiempo de dar nuestro mejor esfuerzo para hacer la luz de Cristo en un mundo donde hay mucha oscuridad.

En su mensaje de Cuaresma, el Papa Francisco dice, " La misericordia de Dios transforma el corazón del hombre haciéndole experimentar un amor fiel, y lo hace a su vez capaz de misericordia."

El Papa continua, "Es siempre un milagro el que la misericordia divina se irradie en la vida de cada uno de nosotros, impulsándonos a amar al prójimo y animándonos a vivir lo que la tradición de la Iglesia llama las obras de misericordia corporales y espirituales."

"Ellas nos recuerdan que nuestra fe se traduce en gestos concretos y cotidianos, destinados a ayudar a nuestro prójimo en el cuerpo y en el espíritu, y sobre los que seremos juzgados: nutrirlo, visitarlo, consolarlo y educarlo."

Así mismo, las obras de misericordia, son una forma concreta de ser la luz de Cristo. Dejamos la actitud minimalista y pensamos en: ¿qué quiere Jesús que yo haga?

En la descripción del Juicio Final en el Evangelio de San Mateo (25: 35-36) leemos.“Tuve hambre y me dieron de comer; tuve sed y me dieron de beber; forastero y me recibieron en su casa; sin ropas y me vistieron; enfermo y me visitaron; en la cárcel y fueron a verme”. De éste pasaje surgen las obras Corporales de Misericordia:

Ella son: Dar de comer al hambriento, dar de beber al sediento, dar posada al necesitado, vestir al desnudo, visitar al enfermo, socorrer a los presos y enterrar a los muertos.

También tenemos las Obras de Misericordia Espirituales que la Iglesia nos ofrece, sacados de otros textos que están en la Biblia sobre actitudes y enseñanzas de nuestro Señor Jesús. Ellas son: Enseñar al que no sabe, dar buen consejo al que lo necesita, corregir al que está en error, perdonar las injurias, consolar al triste, sufrir con paciencia los defectos de los demás y rogar a Dios por vivos y difuntos

Otra manera de participar de las obras de misericordia es compartiendo nuestras bendiciones a través de la Campaña de Caridades Católicas de nuestra diócesis; campaña en la que nuestro señor Obispo, nuestro pastor, mantiene programas y caridades que ofrecen ayuda, asistencia y formación a los fieles en la diócesis.

la campaña ofrece amparo a los que están desamparados, ayuda a mujeres embarazadas, consejería, trámites a bajo costo a través de la oficina de migración y refugiados, clases de ciudadanía, programas para las personas de la tercera edad, retiros para hombres mujeres y parejas, en español, becas para las escuelas católicas entre muchos otros ministerios y servicios.

Seamos generosos con nuestro tiempo, nuestro talento, y nuestro tesoro, como el Señor es generoso, que dió su vida por nosotros, para que nosotros tengamos vida, y la tengamos en abundancia.