Resoluciones de Año Nuevo: Cuidar de nuestro cuerpo, mente y alma

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Llega el primero de enero y todos estamos pensando en resoluciones y metas para el nuevo año. Aquí les comparto algunas sugerencias prácticas para cuidar de nuestro cuerpo, nuestra mente y sobre todo de nuestra alma, ya que esta vida es pasajera y queremos poder llegar algún día a gozar de la vida eterna.

--- Cuidar mejor de nuestro cuerpo.

Todos queremos llegar a gozar algún día con el coro de ángeles en el cielo, pero estoy seguro de que la mayoría de nosotros no tenemos mucha prisa.

Recuerdo que hace tres años, mi hijo menor Daniel, comenzó a debilitarse y después de varios estudios le detectaron la enfermedad de Crohn’s qué ataca el sistema digestivo. Él tuvo que comenzar a recibir infusiones cada seis semanas y tener una dieta bastante estricta. Fue un ajuste difícil, pero gracias a Dios, él ha sido muy disciplinado con su dieta, y hoy en día lleva una vida prácticamente normal, practicando deportes como escalado de rocas, componiendo y arreglando música.

La dieta especial que él lleva, como eliminar la azúcar, gaseosas, comidas procesadas, disminuir la cantidad de arroz y derivados de la harina como el pan, las pastas, comer más vegetales y pescado; es algo que nos puede beneficiar a todos, ayudándonos a llevar una vida más saludable y prevenir enfermedades futuras.

Si, a esto aumentamos un poco de actividad física, entonces podremos mejorar nuestra salud y tal vez tener más tiempo para prepararnos en esta vida antes de que el Señor nos llame.

--- Cuidar nuestra mente.

¿Qué es lo que está alimentando nuestra mente? Podríamos tener como una resolución de año nuevo, el alimentar nuestra mente con información, noticias y entretenimientos positivos, en vez de llenarlo de basura o mediocridad.

Parte de cuidar nuestra mente, implica también tener disciplina en el uso del teléfono, y los medios sociales, que hoy en día están convirtiéndose para muchos en una adicción destructiva. Tratemos de desarrollar un hábito de apagar completamente el teléfono, cuando estamos compartiendo tiempo con alguien, en los momentos de las comidas, y establezcamos momentos de familia sin los teléfonos y otros medios de comunicación.

También busquemos tener una hora prudente en la cual apagamos la tecnología y nos desconectamos.

Esto es más fácil decirlo que hacerlo, pero si vemos que no podemos estar sin estar chequeando nuestro teléfono cada 10 o 15 minutos, probablemente tengamos ya un problema de adicción a los medios y necesitemos tomar este comportamiento en serio.

También puedes poner recordatorios y límites en las aplicaciones de medios sociales que más usas y también recordatorios para apagar el teléfono y las notificaciones a cierta hora como las nueve o diez de la noche.

--- Finalmente, cuidar de nuestra alma y nuestra fe.

Puedes comenzar estableciendo metas espirituales como: orar más, leer diariamente la Biblia, servir en la parroquia, donar de tu tiempo talento y tesoro para ayudar a los más necesitados y recibir frecuentemente los sacramentos.

-Planifica en tu agenda momentos de oración cada día: puedes orar una década del Rosario; o usar una aplicación móvil como la oración de los tres minutos (3 minute retreat), iBreviary, o Hallow; o poner un audio de la oración del rosario si tienes que manejar largas distancias.

-Lee diariamente la Biblia: puedes subscribirte y escuchar un audio con reflexiones sobre el evangelio del día, leer las lecturas del día o leer los evangelios y el libro de la Sabiduría y Eclesiástico que tienen muy buenos consejos.

Frecuentemente viajo para realizar retiros para coros. Normalmente mi rutina es poner el audio del rezo del Santo Rosario (20 min), música de alabanza (1 hora o más), y después un libro de inspiración o superación personal, en ese orden. También muchos de los documentos de la Iglesia, están en YouTube en audio y puedes escucharlos mientras conduces.

-Participa en la parroquia: Involúcrate en actividades o ministerios parroquiales y contribuye sirviendo en tu comunidad.

-Agradece a Dios por las bendiciones recibidas y busca encontrar alegría en las pequeñas cosas.

-Practica la caridad: Comprométete a ayudar a los pobres y necesitados, reflejando el amor y la compasión de Cristo, dona generosamente a tu parroquia, Caridades Católicas (ayuda local), Catholic Relief Services (ayuda internacional) y alguna otra caridad de tu preferencia.

-Recibe frecuentemente los sacramentos: Programa confesarte periódicamente y recibir frecuentemente la Eucaristía, para renovar tu espíritu y vivir en estado de gracia.

-Finalmente participa en retiros espirituales: hay un dicho que dice que el agua que se estanca y deja de correr comienza a oler mal. Nosotros debemos estar en constante movimiento y no estancarnos. Para esto, busca retiros y oportunidades de formación que te permitan desconectarte y profundizar tu Fe y tu relación con Dios.


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Silvio Cuéllar es un escritor, compositor de música litúrgica y periodista. Él fue coordinador de la oficina del Ministerio Hispano y editor del periódico El Católico de Rhode Island en la Diócesis de Providence.