Rincón de la Familia

Recordando al amigo y compositor Diego Correa

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El pasado domingo fue la fiesta de todos los Santos y el lunes celebramos la misa de los difuntos.

Mientras cantábamos “Con Cinco Panes” y “Eso me Basta” no podía dejar de pensar en las lindas memorias que por 12 años compartí con mi amigo y mentor Diego Correa.

La semana pasada nos dejó a los 51 años para unirse al Coro Celestial.

Fueron muchas las experiencias vividas en éstos años y las veces que compartimos nuestro ministerio en talleres, retiros, conferencias de músicos pastorales y liturgia.

En el 2005 formamos la Asociación de Músicos Pastorales Hispanos del Este y en el 2006 tuvimos nuestra primera conferencia en Camden, NJ. Repetimos en el 2008 y en el 2010 fuimos a Tampa, FL. Luego en el 2012 visitamos La Salette, en MA y la más reciente conferencia fue en Long Island, NY, el año pasado.

Diego y su talentosa esposa Damaris también nos acompañaron en nuestra diócesis en dos oportunidades, visitándonos recientemente en marzo para el día de la Convocatoria de Formación en la Fe de Bryant University.

Mucho de lo que aprendí sobre la liturgia y especialmente sobre los bellos y ricos estilos musicales de Centroamérica y el Caribe, se lo debo a Diego.

La semana pasada, tuve la oportunidad de asistir a su misa de exequias con algunos jóvenes y músicos de nuestra diócesis gracias a la generosidad de OCP, y realmente la Misa fue una celebración de la vida de Diego, con una Iglesia repleta, con el coro que cantó al Papa, con sus estudiantes, colegas compositores, y la comunidad que llegaron para rendirle tributo.

Nuestro amigo y compositor Pedro Rubalcava lo expresó muy bien cuando escribió: “La misa de exequias de nuestro hermano, Diego, fue una especial reunión en la oración, llena de humanidad y divinidad - es raro experimentar una iglesia que canta del tal manera en un funeral - simplemente fue una dulzura sagrada de la cual me siento honrado de haber experimentado”.

Kathia Gomez Hermida Directora de la Oficina del Ministerio Hispano en la Arquidiócesis de Philadelphia expresó: “Hay demasiado por decir, pero las palabras no alcanzan a expresar lo vivido.... Esto fue una verdadera Celebración de Vida de mi hermano Diego.... Esto es lo que yo llamo una despedida en Dios, donde no nos decimos Adiós, sino hasta que nos volvamos a ver Diego!!! Vuela alto y canta en los cielos, que aquí nosotros seguiremos cantando con tu amada Damaris".

Mi amigo y compositor Peter Kolar realizó un bello tributo a Diego cuando escribió: Muchos han notado su lista de realizaciones, incluyendo haber cantado para el Papa en Philadelphia, y haber dirigido el coro hispano junto con su talentosa esposa Damaris en ese evento.

Mucha de la vida de diego fue dedicada a tocar y enseñar dentro de la Iglesia. El fue responsable por haber promovido la rica tradición musical de Puerto Rico en estas tierras, con generaciones de jóvenes estudiantes que aprendieron sus habilidosas técnicas, también dio innumerables talleres, habiendo diseñado un libro de método de guitarra. Es difícil explicar cuan talentoso era. Su don era extenso, pero aun más importante, siempre ofrecido con generosidad.

Yo le debo a Diego mucho por haberme introducido a el sofisticado mundo de los ritmos musicales de Puerto Rico. Los complejos ritmos, y la exuberancia de la Isla del Encanto ambos emanaban de éste hombre. El irradiaba música. En muchas ocasiones en los últimos 15 años, tuve el placer de tocar, o mejor dicho tratar de mantenerme musicalmente con él. El tocar con Diego, a la cabeza era una lección de traer musicalmente lo mejor de tí o quedarte atrás! El era simplemente un maestro.

En el 2004, tuve la oportunidad de trabajar con él y Damaris en su álbum “Eso me Basta”, uno de muchos que realizaron como dúo artistas de esposo-esposa. Esa experiencia me permitió asimilar de primera mano la música junto con su vibrante cultura. Mientras estábamos allí grabando celebramos su 25 aniversario de bodas. Fue hermoso y festivo.

Detrás de su apariencia reservada, y frecuentemente seria, había un carácter juguetón, con humor acompañado por su particular sonrisa. El se llenaba de vida con una guitarra en la mano, su forma favorita de expresión personal, y podía tocar y cantar por horas.

En los últimos años, también había desarrollado un talento por la pintura, usando el cuerpo de las guitarras como su lienzo y llenándolas de maravillosos e intrincantes diseños.

En Diego, el Cielo ha Ganado un voz formidable entre los Ángeles, y no hay duda de la belleza que él añade al Coro Celestial. Pero la tierra también se entristece por el silenciamiento de su rasgueo. Ese vacío que deja es inmenso, sintiéndose en las muchas vidas que tocó.

En medio de éste dolor mantengamos a Damaris y a sus amados hijos Yomaris y Joel en Oración.

Que descanses en paz, Diego. Te extrañaremos y oraremos contigo éstas palabras entre dimensiones: “Dame tu amor y tu gracia: Eso me basta Señor, Eso me basta”, Porque en tu vida eternal nos recuerdas que el amor y la gracia de Dios son suficientes.

Escuche su testimonio y musica en el siguiente link:

https://www.youtube.com/playlist?list=PLF8poMkJW5_q3lJdBlvFlDnh10cr7CFP4