Mamá Reconocida por asegurar que hijo discapacitado pueda ir a Misa

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PAWTUCKET - En la mañana del domingo, Irma Gomes -Andrade levanta a su hijo, Daniel , de la cama, le lava y lo viste, y luego lleva a su hijo de 29 años de edad, en la espalda para bajarlo por las escaleras de su apartamento en el segundo piso en Weeden Street, ella sienta a Daniel en su silla de ruedas y luego Irma empuja a Daniel en su silla de ruedas tres bloques hasta llegar a la Parroquia de San Juan Bautista para asistir a la Misa cada fin de semana.

A los 56 años, Irma, que mide 5 pies 2 pulgadas de alta, hace el trabajo pesado de Daniel día a día debido a que un tipo Daniel nació con un tipo de la parálisis cerebral, y ha estado incapacitado desde su nacimiento, dejándolo incapaz de caminar, no puede hablar , y no puede utilizar sus brazos y piernas.

Pero el domingo es especial, porque lo que más le gusta hacer a Daniel en la vida es ir a la iglesia. “Es algo que él puede hacer que los demás lo hacen”, dijo su hermanastra, Lisa Andrade, 17, estudiante de último año en el Shea High School.

“Le encanta ir a la iglesia. Él puede estar en comunidad y le encanta la celebración de la Misa, le gusta escuchar a la gente hablando y cantando. A veces, si cae nieve o llueve, puedo usar el coche, si mi padre no lo necesita, para lle-varlo a la iglesia. Muchas veces, si está nevando o lloviendo, alguien la iglesia lo lleva a su casa”.

Fátima García, quien trabaja para la Oficina de la diócesis de Caridades Católicas y el Ministerio de Asuntos Sociales, se ofreció a traducir para Irma. Irma es natural de Cabo Verde y habla sólo portugués. Lisa Andrade también tradujo para su madrastra en una entrevista con el Católico de Rhode Island.

Irma y Daniel asisten a la misa en español cada domingo a las 11:30 en la parroquia de San Juan Bautista. Su fe católica es lo que hace que a Irma y Daniel, les ayude a través de su día y les consuela antes de dormirse, dijo Irma, quien está siendo honrada con un Premio de la Lumen Gentium en la categoría de Respeto a la Vida.

Ella cuida de Daniel siete días a la semana, 24 horas al día, porque cuando ella se va de su lado, incluso por un breve de tiempo, esto lo agita.

“Mi madre lo chequea durante toda la noche; ella siempre se levanta durante la noche para asegurarse de que todo esté bien, lo cubre y lo cambia de posición para que no esté en la misma posición durante toda la noche”, dijo Lisa.

Irma contó la historia de cómo,cuando su tercer hijo nació con la enfermedad, su padre lo negó porque el bebé era discapacitado.

Cuando niño, Daniel no podía levantar la cabeza de la almohada. Su cabeza caía al lado de su cuello. Su madre le colocaba una bola en cada una de sus pequeñas manos para que las apretara y así ayudarlo a que pudiera abrir sus manos. Cuando hacia sol, Irma sacaba a Daniel afuera para que el cogiera fuerzas.

Daniel ahora puede sostener su cabeza. Irma trabajaba en obras públicas en la isla de Brava, allí ella levantaba piedras y rocas por 12 horas al día, así ella adquiero la fuerza que tiene para poder cargar a Daniel. “Doy gracias a Dios por la fuerza y ??todo lo que él me ha dado para cuidar de él”, dijo Irma. “Obviamente nadie es feliz de tener a un niño con discapacidades, pero yo abro los brazos y yo confió en Dios que me da la fuerza para hacer lo mejor que puedo”.

Ella tiene la asistencia durante una hora a la semana de un CNA pagado por el seguro de Medicaid de Daniel, él se convirtió en un ciudadano de los EE.UU. recientemente para tener derecho a la asistencia médica necesaria.

Irma aparentemente ha hecho un buen trabajo con su hijo en silla de ruedas, Daniel fue el padrino de tres niños que recientemente se bautizaron en esta parroquia. La familia hizo camisetas estampadas con una foto de Daniel, tomada en la Parroquia de San Juan Bautista.

Daniel sonríe lleno de orgullo, cuando ve la camiseta que tiene la foto, le recordó que a pesar de su discapacidad, todavía puede participar en su fe.

El Padre Gerald Harbour, párroco de San Juan El Bautista escribió recientemente en el boletín dominical: “Ella y Daniel asisten a la Misa de 11:30 cada semana y ellos nos inspiran a todos nosotros. Lo he dicho antes y verdaderamente en serio, Daniel es la persona más alegre que adora aquí en nuestra parroquia. Que Dios les bendiga Irma y Daniel gracias por tocar nuestros corazones.”.