La Imitación de Cristo

Jesús no usa la letra pequeña

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Mientras miraba la televisión estos días, me sorprendió ver tanto comercial acerca de tratamientos médicos nuevos para tratar una gran variedad de condiciones y enfermedades. Mientras describen lo bueno que son las medicinas, acompañadas de una escena amigable y una buena música, también dan una buena advertencia como: “no tome esta medicina si es alérgico.

Esta medicina pue-de causar ansiedad y depresión, insomnio y alucinaciones, mareos e inmovilidad, indigestión y nausea, dolor y parálisis, ataques al corazón y poca respiración. Puede tornarse la piel verde, se le pueden caer los dientes, puede provocar la muerte. Hable con su doctor para ver si este tratamiento es bueno para usted”.

Mmm… no gracias. Mejor me quedo con la enfermedad que tengo.

Algo similar son los anuncios de los servicios financieros. Pero en este caso lo que se ha dicho es acompañado por una negatividad- por unos tres segundos- y con una escritura pequeñísima que solo se puede ver con un microscopio. Nuestra cultura puede ser engañosa y falsa, ¿o no?

Reflexionando sobre este anuncio, se me ocurrió de lo diferente que era cuando Jesús describía los sacrificios personales que se requerían para seguirlo: “El que quiera seguirme, que renuncie a sí mismo, cargue su cruz y me siga. Pues el que quiera asegurar su vida la perderá, pero el que sacrifique su vida por causa mía, la hallará”.

“Niéguese asimismo… tome su cruz…pierda su vida”. No hay nada dulce en esas palabras, ¿o sí? No hay nada oculto, no hay pequeñas letritas.

Jesús hablaba muy directo y de frente. “Si me quieres seguir no va a ser fácil. Van avenir dificultades, sacrificios y sufrimientos”. Esta advertencia de Jesús se está llevando a cabo en esta época cuando hay tanto cristiano perseguido alrededor del mundo, y están sufriendo y muriendo por causa de su fe.

Es un mensaje muy importante para nosotros también cuando Dios nos manda cruces a nuestras vidas. “Yo no pedí esto”, decimos. Pero sí, sí lo pedimos cuando decidimos seguir a Cristo”. Algo para pensar: El mensaje de Jesús es claro. No hay compromiso sin cruz.